miércoles, junio 4

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Llevo apenas un par de semanas recorriendo estas calles nuevas y ya he conocido al loco de la colonia, lo conocí un martes que tenía algo de prisa en llegar, estaba gritando cosas en la banqueta frente a la iglesia; una pareja cruzo enfrente de sus erráticos pasos, el solo les ha gritado “chinguen a su madre” se ha disculpado enseguida diciendo que así habla él; la vecina tenía prisa por entrar y cerrar la puerta.


Justo en el momento en que cruzamos miradas, se decide a gritarme que debería hacer un pacto con el diablo; la idea me ha tomado por sorpresa y me tiene dando vueltas en toda la rutina de oficina. no es el pacto con el diablo, es más bien lo bizarro del asunto, un loco echando madres frente a iglesia, un martes, sugiriendo hacer un pacto.